Acupuntura: los antiguos chinos teorizaron que una fuerza vital llamada ch'I domina a todos los organismos vivientes. Fuerzas opuestas dentro del cuerpo, conocidas como el ying y yang, deben estar en equilibrio y armonía antes de que ch'I pueda lograr que nuestras funciones vitales trabajen normalmente. Se dice que el ch'I fluye a través de catorce canales interconectados e invisibles (meridianos) en cada lado del cuerpo, que forman una red –en el nivel tisular profundo- a través de brazos, piernas, tronco y cabeza. Esos meridianos alcanzan la superficie en varios puntos del cuerpo, llamados puntos de acupuntura. Se han identificado por lo menos 370 puntos. Cada meridiano sirve a un órgano específico (o más), que puede ser influido al estimular los acupuntos apropiados.
Aromaterapia: los profesionales de la aromaterapia dicen que ciertos aceites de sustancias aromáticas, volátiles e inflamables extraídas de flores, raíces, corteza, hojas, resinas de árboles y cáscara de limón o naranja; se rocían en el aire y después se inhalan o se absorben a través de la piel mediante masajes, baños calientes o compresas frías o calientes. Para ellos, estas sustancias mejoran el humor y promueven la buena salud. Ellos afirman que su acción es química, pues reacciona con hormonas y enzimas, además de tener propiedades antisépticas. Se cree que, aplicados a la piel, ayudan a mejorar diversos trastornos dermatológicos.
Ayurveda: su base consiste en la curación natural, en la creencia de que los seres humanos somos parte integral de la naturaleza gobernados por los mismos principios que determinan la supervivencia y la salud de todos los seres vivos, plantas y animales. Su meta es armonizar o equilibrar al hombre con su medio ambiente. El entrenamiento de los practicantes ayurvédicos se basa en dietas, cocina y meditación.
Hidroterapia: es un tratamiento cuyo ingrediente principal es el agua, en cualquiera de sus formas. Se la puede utilizar a distintas temperaturas, en forma líquida, gaseosa o sólida, canalizarla hacia el interior oralmente o por cualquier orificio del cuerpo o aplicarse externamente (sauna, regadera, tina, jacuzzi).
Terapia craneosacra: según los terapeutas craneosacros la circulación del fluido cerebroespinal fluye libremente desde la cabeza hasta la base de la espina con un ritmo propio, y cualquier interrupción del flujo normal de éste puede provocar problemas físicos y mentales. Ellos aseguran que al pasar ligeramente los dedos sobre los huesos del cráneo o cualquier otro punto de la columna pueden sentir el flujo de este fluído y corregir cualquier error con la aplicación de masajes y presión suaves con los que dicen aliviar una gran variedad de síntomas.
Terapia magnética: el efecto terapéutico específico y comprobado de la magnetoterapia es la curación acelerada de fracturas. Sin embargo existe un creciente interés por este método como regulador del dolor. Funciona principalmente al aplicar imanes en zonas específicas del cuerpo.
Terapia de luz: aplica la teoría de que la luz afecta el estado anímico y se aplica principalmente en las personas que sufren trastorno emocional estacional.
Terapia mente–cuerpo: insiste en tratar ambos aspectos de la persona, ya que se reconoce que una enfermedad seria puede deprimir al paciente y que una depresión crónica puede enfermarlo de gravedad.
Meditación: existe evidencia objetiva sobre el papel de la meditación en la reducción de la presión sanguínea, la velocidad del corazón y la concentración de hormonas que provocan estrés.
Imaginación guiada: es una técnica que involucra la mente y el cuerpo, y que se ubica en algún punto entre la hipnosis y la retroalimentación biológica. Se apoya fuertemente en el poder de la sugestión. El terapeuta pide al sujeto que conjure una imagen específica en la que deberá concentrarse de tal manera que logre convencer al subconsciente de que es real.
La retroalimentación biológica: dirige o manipula las reacciones fisiológicas que normalmente permitimos que procedan a su propio ritmo y que, hasta hace poco, ni siquiera sabíamos que podíamos controlar. A diferencia de otras técnicas, ha sido profundamente estudiada y documentada en la literatura científica. Se colocan electrodos en el cuerpo del paciente que se conectan a una computadora u otro instrumento que emita una señal que indica la intensidad o nivel del proceso por controlar, se le dice que los observe y se le pide que se concentre en un intento por influir en el proceso corporal mediante ciertos ejercicios mentales en los que conscientemente se visualizan algunas imágenes que afectan el estado de ánimo.
El entrenamiento profesional
En cuanto al entrenamiento de profesionales en estas disciplinas hay una gran variación entre las diferentes instituciones. Para las terapias más difundidas –osteopatía, quiropraxis, acupuntura, medicina con hierbas y homeopatía- algunos institutos incluso algunos tienen afiliaciones con universidades, exámenes con grado de diploma y asesoramiento externo. Otras, particularmente las menos invasivas, como la reflexología y la aromaterapia, tienden a ser más desorganizadas y se estudian en pequeños centros que determinan su currículo internamente.
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