Se le hizo esta pregunta al doctor Lars-Erik Essén, doctor en medicina, el representante más importante de la medicina alternativa en Suecia y el espíritu guiador detrás del nuevo y creciente movimiento de médicos progresistas que siguen los principios de esta escuela en su práctica. Para ampliar más el concepto de este enfoque o manejo terapéutico, nos remitimos ahora a la respuesta de este destacado médico sueco: "Un médico trata un caso de enfermedad infecciosa por métodos convencionales. El factor determinante para obtener resultados satisfactorios en este tipo de tratamiento es identificar el tipo de bacteria a la que se le considera responsable de la infección en cuestión. Cuando se identifica al intruso, se administra al paciente una sustancia química específica o un antibiótico, el cual, como regla general, produce resultados inmediatos: destruye la bacteria y el paciente queda libre de síntomas.
Después de un tiempo, puede ser que el mismo paciente regrese con una nueva infección. El diagnóstico muestra que se trata del mismo tipo de bacteria, la cual esta vez, sin embargo, ya es inmune al medicamento específico, o que una nueva bacteria a hecho su aparición. De acuerdo con esto, medicamentos nuevos y más potentes se prescriben, los cuales producen resultados inmediatos, en lo que al exterminio de la bacteria concierne, pero, a pesar del "éxito" del tratamiento, la resistencia del paciente a infecciones se debilita progresivamente y surgen diversas complicaciones. Ahora, tal vez medicamentos como la cortisona, para aliviar el dolor y los síntomas, y otros medicamentos sintéticos altamente tóxicos, entran a formar parte del cuadro. El organismo, ya por sí débil por la enfermedad, debe ahora, además, hacer frente a los efectos secundarios tóxicos y dañinos del medicamento venenoso que ha sido prescrito al paciente.
Entonces, un día nos vemos frente al lecho de muerte sorprendidos y alarmados. El paciente recibió todos los tratamientos indicados, de acuerdo con las prácticas convencionales y reglamentaciones de la ciencia médica. Las pruebas de laboratorio probaron que no hubo error. Las muestras de bacteria mostraron que la bacteria, a la que estaba dirigido el tratamiento, fue erradicada "con éxito". Respecto a la causa directa de los síntomas (la bacteria) nuestro tratamiento fue todo un éxito. El único problema fue que el paciente murió. Conseguimos matar la bacteria, pero fallamos en salvar al organismo huésped, en donde nuestra batalla contra la bacteria tuvo tanto éxito. También se pudo haber dicho que "La operación fue todo un éxito, pero el paciente no sobrevivió".
Después de todo, lo que tratamos se encaminó a los microorganismos, los cuales fueron considerados patogénicos o causantes de la enfermedad. Entretanto, el ambiente biológico para este microorganismo, el organismo huésped, el cuerpo humano viviente, delicado, sensible y fácil de dañar, se descuidó por completo. El hombre a penas y aparece en escena. Lo que en realidad tratamos en la actualidad son las enfermedades, no a los enfermos en sí. El organismo enfermo, sin embargo, se encuentra sujeto a leyes biológicas muy diferentes de las que se podrían aplicar en una lucha primitiva contra los gérmenes con sustancias químicas y antibióticos que los exterminan.
Algo que va paralelo a esto se puede ver en el daño y destrucción actual de la vida y ambiente natural como resultado del uso indiscriminado por parte del hombre, de insecticidas y otras sustancias químicas venenosas. ¿Existirá algún ser humano inteligente tan ingenuo para pensar que estos venenos son menos devastadores en el organismo humano, con su mecanismo viviente infinitamente más complicado y delicado? Las leyes biológicas de la vida son totalmente diferentes de las leyes que regulan las reacciones químicas que se observan en los tubos de ensayo de laboratorio. Cuando no conseguimos advertir las diferencias entre las dos, se llega a resultados catastróficos y tenemos que aceptar las consecuencias de nuestras imprudencias".
● Filosofía de la Medicina Integral
Cuando un médico con orientación complementaria se enfrenta a un caso de enfermedad infecciosa, su enfoque y reacción son totalmente diferentes. Para él, la bacteria o virus presentes en ciertas infecciones es un fenómeno de interés secundario. El los considerará sólo como factores sintomáticos en relación con el organismo huésped (el paciente) y su organismo como un ambiente biológico. Toda su atención estará dirigida al paciente. Su objetivo principal será emplear todo medio posible para incrementar el poder de resistencia dentro del organismo huésped y tratar de evitarle todo daño posible. El principio número uno del arte de curar, "Primum ets nil nocere": lo más importante es que el tratamiento no produzca daño alguno. Se viola en la práctica médica de hoy en día más que en cualquier otra época o historia de la medicina.
El médico con orientación complementaria está consciente de que con sustancias químicas y antibióticos siempre se hará daño al medio biológico del organismo huésped, aunque con tales tratamientos pueda conseguir un alivio temporal. Por tanto, evita en todo lo posible el uso de tales medicamentos en infecciones sencillas y sin peligro. Tratar un resfriado común o un dolor de anginas con, por ejemplo, penicilina, resulta para él un crimen en contra de las normas fundamentales de la salud. En lugar de eso, su atención se encamina a incrementar la resistencia del propio organismo, utilizando todos los métodos biológicos, naturales e innocuos, de tratamiento que se encuentran ahora a la mano".
Sin duda despues de terminar la carrera de medicina, se pueden elegir distinas especialidades de medicina, como esta.
ReplyDeletesaludos